Persiguiendo el Amanecer en el Faro de Alcanada

¡Son las 5:30 am del 15 de julio. La alarma suena y salto de la cama. Levantarse temprano en Mallorca es sorprendentemente fácil, ya hace 23 grados, cálido y acogedor.

Mi equipo de cámara está empacado y listo. La misión de hoy: capturar el amanecer perfectamente alineado con el Faro de Alcanada, visto desde la Playa de Muro. PhotoPills ha hecho su parte, dándome la ubicación precisa y el tiempo. Ahora depende de mí, de la cámara y de los dioses del clima.

El pronóstico parece prometedor. Es solo un trayecto de 15 minutos a la playa, seguido de una corta caminata de 5 minutos hasta mi lugar cuidadosamente seleccionado. Al llegar, me sorprende lo concurrida que está la playa, incluso a las 6 am. Un gran grupo espera en el muelle, probablemente para un crucero de avistamiento de delfines. Algunos madrugadores están descansando en tumbonas, esperando un hermoso amanecer. Y a unos 30 metros de la playa, otro fotógrafo está preparándose con la misma idea que yo.

Una vez que tengo el trípode y la cámara en su lugar, es hora de esperar. La luz se va filtrando lentamente en el cielo, proyectando un tenue resplandor dorado en el horizonte, una buena señal.

He traído mi Nikon Z8, emparejada con el zoom 180-600 mm y un teleconvertidor 1.4x. Desde esta distancia, a 5.3 kilómetros del faro, la isla llena casi por completo el encuadre, aunque el faro sigue pareciendo pequeño.

Casi todo está listo: f/11, ISO 64, temporizador de 2 segundos y una ráfaga de 9 disparos. Bloquearé la velocidad de obturación en el último momento después de verificar el histograma.

Y entonces sucede. Un filo de sol ardiente se asoma sobre el mar. La posición parece perfecta, tal como estaba planeado. Lentamente, el sol sube, alineándose directamente detrás de la luz en la cima del Faro de Alcanada. La isla está en silueta, el faro enmarcado en fuego dorado. Presiono el obturador. Dos segundos... y la Z8 dispara una ráfaga de nueve fotogramas.

Repito la secuencia varias veces mientras el sol avanza constantemente hacia arriba y eventualmente pasa del faro. En unos pocos minutos, todo ha terminado. El sol ahora es demasiado brillante, solo un disco blanco resplandeciente en el cielo.

Una rápida revisión de las tomas ofrece una chispa de esperanza. La alineación parece buena. Tal vez, solo tal vez, uno de estos fotogramas sea el que había imaginado.

Esa es la magia de mañanas como esta: planificación, paciencia y la emoción de no saber hasta que ves la imagen.